"Arreglamos cualquier objeto; ya esté roto o sea el tiempo el que lo rompió"
Así anuncia el cartel del taller, situado en plena capital de Talea, en el barrio de mercaderes. La función del taller es amplia: desde arreglar cualquier objeto estropeado o viejo, hasta recibir encargos artesanales -ya sea de joyería, armería o coracería-. El dueño del taller -no muy grande, pero bien situado e impoluto- es Atzmut, un chaval de 18 años.
(Cualquier pedido, que se contacte con Atzmut)