Sistemas de construcción y urbanismo de Talea.

Los sistemas constructivos preferidos por la población de la República, es decir, los tradicionales, son tres.

Las ciudades más importantes han empezado a incorporar el ladrillo y la argamasa de hormigón a la hora de hacer sus edificios, a menudo de dos o tres pisos. Las cubiertas de este tipo de edificios suelen ser inclinadas con tejas. Así suelen ser las casas más... adineradas. Las hay incluso que tienen calefacción.

Más a la costa es más fácil ver las recias casas construidas con paredes de tierra, cal y arena; Una mescla resistente que aguanta siglos con su debido aislamiento contra el agua, por lo que se suelen rebozar y alzar del suelo más de la cuenta con unos cimientos de piedra. Este tipo de casas son fáciles de calentar y muy frescas en el interior. Aunque el material constructivo es excelente y puede llegar a mantener con fácilidad hasta tres pisos, no suelen tener más de uno. El tejado en este caso se prefiere de fango y paja.

Y, finalmente, las piedras unidas con un mortero hecho con cal y tierra son el método antiguo que adoptaron las ciudades y que están dejando en deshuso, pero sigue siendo popular entre las granjas y las poblaciones rurales del interior.


Talea, la gran capital, se sitúa en el centro del territorio sobre el alzado de un altiplano que domina el llano cultivado que la rodea.

Podemos entender la ciudad por diferentes distritos, barrios, forjados a través del tiempo. Aunque la distribución de la ciudad es caótica y contiene aspectos aún muy medievales, las zonas más nuevas presentan un mayor orden que da a pensar que alguien intentó imponer un sistema radial de calles infructuosamente.

Hace relativamente poco se derrocaron las murallas y la ciudad se expandió hasta quedar envuelta por una nueva muralla, recia y con suficientes cañones como para tomarse en serio la idea de un asalto. Es de las murallas más modernas que se conocen. Tienen sólo dos puertas, hace poco se tapió una tercera. Una al sureste y otra en el norte.

- El Distrito Nuevo: Entenderíamos esta zona como el noroeste de la ciudad, una parte relativamente nueva de ella bien comunicada y limpia donde habitualmente se mueven grandes sumas de dinero, de forma constante además; Es donde residen varios senadores y altos comerciantes. Si alguien busca un usurero, lo encontrará aquí. Es un barrio seguro, agradable, con esbeltos templos y un adoquinado de las calles con mosaicos que hacen las delicias de los visitantes.

- El Distrito de los Gremios: Localizado en la parte sur de la ciudad, una vieja zona de la que se cree que fue donde se hicieron las primeras construcciones. Un senador dijo una vez que todo que el Distrito de los Gremios era el músculo de la ciudad, su mano trabajadora. Aquí se agrupan los talleres de tejidos, las herrerías y forjas, los joyeros, alfareros, armeros... También deberíamos de destacar una basílica que hace las veces de mercado cubierto, donde los diferentes gremios suelen tratar entre ellos y ponerse de acuerdo con los precios que tendrán esta temporada, quién tiene derecho a ciertos materiales y quién no. Pasear por aquí es evitar carretas cargadas con todo tipo de materiales y objetos, mozos con sacos, malhumorados herreros, ociosos artesanos y risueños niños que juegan a imitar el oficio de sus padres aún sin saber que la vida les ha destinado a seguirlo en el futuro.

- El Distrito Senatorial: El centro de la ciudad, donde los grandes edificios del Estado comparten lugar con las mansiones de los más adinerados y cercanos al poder. Es habitual, y famoso del barrio, encontrarse con restaurantes y vendedores de otros países que vienen a exponer su gastronomía y exóticas ventas a los más ricos de la ciudad, de paladar más exquisito y los únicos que usarían vasos traidos de medio mundo y más allá. Dónde está el dinero está la belleza: Los mejoers templos están aquí. En un curioso contraste, en esta zona más alta y privilegiada de la ciudad conviven con la opulencia algunos núcleos de extrema pobreza, sin calle, que intentan día tras día arrancar una moneda o un mendrugo de pan a lo mejor de la sociedad. No es raro ver montado un mercado de esclavos en el foro de la ciudad.

- El Distrito Perdido. Al este. El sobrenombre se sobrepusó a su nomenclatura real "El Distrito Laboral" por la mala reputación de sus calles. Se dice que esta zona de la ciudad es hasta más oscura de lo normal por las noches gracias a los pecados cometidos en él. Algunos maleantes organizados operan aquí, controlando negocios y haciéndole el trabajo a la Guardía Urbana, que suele hacer la vista gorda si no se ve demasíado. Esclavos liberados, desertores de los Tercios, parias varios de la sociedad; Suelen vivir aquí. Es la zona más accesible de la ciudad, así que no es extraño que los extranjeros formen sus reducidos ghetos aquí también.

- El Distrito del General. Al sudeste, cogió este nombre del rumor de que fue creado por instalarse allí un antiguo Tercio cuando Talea no era más que una aldea. Cuentan que a los soldados les enamoró tanto el antiplano que fueron incapaces de irse y jamás levantaron el campamento. Sea como sea, sí es cierto que los principales acuartelamientos de los Tercios están en esta zona, por lo que es muy habitual ver soldados paseando allí. Abundan las tascas y algún burdel, y según se rumorea algunos negocios ilícitos, y es un lugar reconocido por su... Actividad nocturna. Más de un oficial de los tercios ha tenido que buscar a sus hombres por la madrugada, entre desechos y otros habitantes de la ciudad.