El edificio del Senado.

Situado en el mismo corazón del Distrito Senatorial de Talea, al que da nombre, el edificio del Senado es el verdadero centro político de la República.
Este fue el primer edificio en ser planeado y construido tras la proclamación de la República y la designación de Talea como capital. Se puede decir, por tanto, que el edificio del Senado nació con la misma República, y sus creadores querían poner este aspecto de manifiesto en un edificio que reflejara la grandeza republicana, además de la sobriedad de sus estructuras.

El edificio es de planta cuadrada, pero tiene en su centro una cámara circular abovedada: La Cámara del Senado, donde se reúne el “Cuerpo íntegro” en las sesiones. En altura, el Senado tiene tres niveles; Todos ellos tienen acceso, mediante balcones y ventanales, a la Cámara central.
Al edificio se accede desde el exterior por cuatro entradas, una a cada lado, precedidas de una escalinata no demasiado pronunciada.

El piso inferior consta únicamente de pasillos y pequeñas cámaras de espera, además de las dependencias de los Guardias Senatoriales. Dispone de cuatro amplias entradas hacia la Cámara central. Este nivel está abierto a todas las gentes, aunque sea bajo la atenta vigilancia de los Guardias, y por tanto se puede asistir a las sesiones como oyente.
En esta primera planta se encuentra también sala dedicada únicamente a la legislación aprobada por el Senado, vigente o derogada: Es la Sala de leyes. Cualquiera puede consultarla, aunque probablemente bajo la atenta mirada y cuidado de la Guardia Senatorial que custodie la sala en ese momento.

Los niveles segundo y tercero quedan exclusivamente para uso de los Senadores, los miembros del Gobierno y de la Justicia. Están formados por diversas dependencias y despachos para uso de los Senadores, además de diversas salas de reunión privadas para que estos políticos hablen entre ellos de forma confidencial. En el piso segundo se encuentra, además, la Sala de Registros: Un archivo donde se guardan las transcripciones de todas las sesiones que tienen lugar en la Cámara central. Esta Sala normalmente está fuertemente custodiada por los Guardias Senatoriales, y cerrada bajo llaves que solo están en posesión del Cónsul y del Presidente del Senado. Sobre la puerta de entrada a la Sala puede leerse “La Voz del Senado es inmortal”.

La Cámara del Senado es la parte más importante del edificio, ya que es la que le da sentido y cumple la función legislativa de la República. Está circundada por una columnata ante la que se distribuyen, en una perfecta circunferencia, los sitiales de los Senadores. En el centro de este círculo, y más elevado en nivel sobre el resto, está el estrado del orador, que ocupa el Senador al que corresponda dirigirse a sus colegas en cada momento.
La construcción de la Cámara le proporciona una acústica excepcional, haciendo que el orador pueda ser escuchado aún desde fuera sin que tenga que gritar.